Ubicada en el campo bonaerense, frente a una hermosa laguna habitada por flamencos, la casa presentaba un gran desafío para los profesionales de Clariá & Clariá Arquitectos. La premisa de que la casa debería poder hospedar, eventualmente, hasta 30 personas, sin perder su esencia de vivienda familiar, fue un desafío que Clariá & Clariá Arquitectos aceptó, con la idoneidad brindada por más de medio siglo de ejercicio profesional. Así comenta el arquitecto Jorge Clariá el inicio del proyecto: “El propietario nos encomendó una casa capaz de albergar; entre familia, amigos, mayores y menores, a unas 25 o 30 personas, además…
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Ubicada en el campo bonaerense, frente a una hermosa laguna habitada por flamencos, la casa presentaba un gran desafío para los profesionales de Clariá & Clariá Arquitectos.
La premisa de que la casa debería poder hospedar, eventualmente, hasta 30 personas, sin perder su esencia de vivienda familiar, fue un desafío que Clariá & Clariá Arquitectos aceptó, con la idoneidad brindada por más de medio siglo de ejercicio profesional. Así comenta el arquitecto Jorge Clariá el inicio del proyecto: “El propietario nos encomendó una casa capaz de albergar; entre familia, amigos, mayores y menores, a unas 25 o 30 personas, además de aprovechar al máximo las vistas a la laguna habitada por flamencos. Su objetivo no era hacer una inversión financiera sino disfrutar acompañados del resultado de años de esfuerzo y trabajo en su empresa.
No imaginaba nuestro cliente cómo podía hacerse una vivienda así sin que pareciera un hotel; estaba claro que ese era nuestro desafío.
La familia se compone de un matrimonio con dos hijos, casados, y 3 nietos, lo que implicaba una base de uso permanente de 4 dormitorios en suite.
La solución fue crear un núcleo central de 2 plantas con recepción, home theater, comedor, cocina, toilette y guardarropa, todo en planta baja y dimensionados para contener la máxima cantidad de habitantes mencionada. Además, ubicar en la planta alta las 4 habitaciones en suite de los dueños de casa de manera que quedaran bien independientes del resto, manteniendo su intimidad y disfrutando desde la altura de las mejores vistas a la laguna.
El resto se solucionó creando distintas alas de departamentos independientes entre sí, una con 2 dormitorios y baño, y dos de 3 dormitorios en suite, con espacio para escritorio, aprovechando los bow windows de los pasillos, todo en planta baja, lo que permitió, junto a las cocheras y habitación de servicio y lavadero, darle mucho movimiento y juego de volúmenes generando un gran patio de ingreso como antesala de la recepción, que se cerró virtualmente con un gran portón de reja, copia de un viejo patio que guardaba en su recuerdo el propietario.
Esta distribución de departamentos independientes permitía flexibilizar el uso de la casa según los habitantes del momento, y las habitaciones de los huéspedes podían permanecer cerradas, quedando en uso únicamente el cuerpo central, o estar parcial o totalmente ocupadas, según las circunstancias.
El conjunto se completó con un quincho separado de la vivienda, ubicado de manera que no interfiere con las vistas desde la casa hacia la laguna; una gran pileta, solario y un rincón de reunión al exterior, fogón, guitarreada o mate y tereré, en las noches cálidas del verano contando las estrellas fugaces de un cielo estrellado”, finaliza, poético, el fundador del estudio Clariá & Clariá Arquitectos.
Características del proyecto
La casa recrea un estilo de campo, con mayor pertenencia al norte colonial, con todos los ambientes principales orientados a la laguna y expandidos hacia dos amplias galerías, una de estar exterior, con chimenea, y la otra con salida desde la cocina, con comedor y dos parrillas eléctricas para el uso diario.
El living y comedor se proyectaron como ambientes separados de la cocina, que requirió atención especial. Se proyectó muy moderna y con isla directamente abierta al comedor, con un comedor diario para uso de los niños de la casa, que recibe luz natural y ventilación de un pequeño patio interior que también sirve para el juego cuando el clima impide estar afuera.
La distribución del programa en departamentos individuales permite calefaccionar en forma independiente, según su ocupación. La imagen se materializa con paredes exteriores de 30 cm con ladrillos portantes, pisos calcáreos en la entrada, y en los salones principales de madera y de mosaico granítico realizado in situ.
Las tejas, marca Escandela, importadas de España por CYP TECH, dan una terminación perfecta a los techos
Carpintería de PVC con perfilería alemana de 7 contactos y vidrio doble, para minimizar la pérdida de calor o frío según la temporada.
“La decoración, realizada con intervención de la hija del propietario, es sobria y sencilla. La calidad y el buen gusto reflejan el estilo de vida en una vivienda estilo campo”, cierra el arquitecto Jorge Clariá.
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